Postales del Este

Antes de comenzar creo que es justo que advierta que la novela de Reyes Monforte es extremadamente dura, y que pondrá, seguramente, al límite la capacidad de aguante de cualquier lector medianamente cuerdo. Ha habido episodios donde he tenido que parar, abrir las ventanas de mi resistencia y ventilar. Oxigenar un alma que continuamente vencida, cae en una desazón insoportable hasta que logra recomponerse y decide continuar. Sin embargo, es necesario rogar que el mutilado leyente no se de por vencido, pues el libro tiene un propósito que Monforte nos cuenta al final del texto y que justifica el apocalíptico relato. Aún no he sido capaz de depurar el profundo asco que por mis venas ha ido fluyendo página a página. En lo más intimo de mi ser se ha instalado una idea, un punto del que irremediablemente no tengo retorno, del que no salgo mejor, ni peor, simplemente lo hago distinto. Y esta idea es que a cualquier persona que haga ostentación de símbolos nazis, habría que obligarle como premio a leer Postales del este y si tras ello persiste en la misma ideología lo más útil sería exterminarlo de nuestra sociedad, por supuesto, en un marco legal; creo, con sinceridad, que sería rotundamente democratico erradicar cualquier atisbo de esta simbología. Postales del este es una novela sin censura, explícita y dolorosa que narra con todo lujo de detalle las aberrantes atrocidades del mayor parque temático de la tortura. Auschwitz. No es un libro más, es una creación muy inteligente en su conjunto, donde los protagonistas son los hechos y quienes los cometen, con el argumento justo para poder novelar ( uff lo que me cuesta no utilizar palabras grosas) la masacre que estos hijos de la gran raza superior, cometieron con total impunidad. Excelente trabajo de Reyes Monforte que bien merece un planeta, mejorando lo presente, por documentado, por su soberbia escritura, por su necesario mensaje y por ser tan duro como imprescindible. "Nadie vuelve igual de este viaje, si es que regresa"