Este viacrucis no es ni tétrico ni demasiado moralista, de esos que nos cargan a nosotros con la culpa de toda la sangre derramada y de los que sale uno casi con depresión. Más bien es de alabanza, de acción de gracias y de...
«Yo siempre creí que los protagonistas y responsables de mi salvación éramos yo y mi comportamiento ?Comenta el autor. Tenía la impresión de que cada uno era el autor de su propia salvación y de que a &eacut...
El título mismo demuestra que no estamos ante una obra especulativa, rígidamente doctrinal y esquemática sobre algo tan esencial al cristianismo como es la gratuidad.