Este es un libro de pérdidas. La orfandad no solo trajo la ausencia del padre, recorrer las calles sin ir de su mano supuso la certeza de la muerte de la niñez y la conversión en hombre.
Jorge M. Molinero monta un circo y le crecen, primero la rabia y luego el desánimo y la desesperanza ante una sociedad abandonada al hedonismo más chabacano y a la simpleza.