Ser la otra tiene su encanto. La otra es el vértice flexible del triángulo amoroso. La que no tiene que lidiar con discusiones, ni compromisos, ni responsabilidades afectivas.
«Hoy he escuchado algo que ha terminado con mi paz , un sonido que me ha cambiado la vida. No era el chasquido de un objeto delicado al caer, ni el pitido de la alarma interrumpiendo atrozmente el sueño, no. No era el estruendo de una lavador...
Imperatriz habla de la felicidad que surge del dolor, habla de la necesidad de mirar el espejo por mucho que asuste el re?ejo, es un canto a los sueños cumplidos que nos recuerda que uno nunca llega incólume a sus sueños. Mamen Monsor...