Frente a las imágenes más melífluas y excesivamente devotas del cielo, la autora expresa con palabras a dónde le lleva un cielo donde la persona puede encontrar su continuidad, incluso de los sentidos.
La maternidad siempre se ha asociado a la mujer que ha llevado en sus entrañas un nuevo ser y lo ha dado a luz. Pero es mucho más que eso. Hasta los hombres pueden ser madres. La propuesta de la fe a cada creyente es dar la luz del Evangelio...