Por culpa de Eva, la mujer de Adán, llegué a este mundo con cierta predisposición al sufrimiento. La angustia vital y mi persona éramos un todo indisoluble.
Este libro te hará reir, te hará llorar y leerle algún párrafo a tu pareja, tu familia o tus amistades. Y es que en ¡Y TÚ CREÍAS QUE SABÍAS AMAR! Nieves Mesón nos da su particular y acertada...