Platero y yo es la historia de un hombre y su burro. Los dos iban juntos a todas partes, o a casi todas, y, mientras tanto, charlaban de las cosas sencillas y profundas de la vida, de las cosas del corazón. Era el hombre el que hablaba, claro, pero
Platero, un burro de color plata, es el pretexto que le sirve al autor para expresar sus emociones más íntimas. Una obra de prosa poética impregnada de la melancolía que caracteriza la primera etapa de Juan Ramón Jim&eac
Platero no era un burro como los demás. Era pequeño, gris, suave, y sus ojos brillaban como dos cristales negros. Con su amigo Juan Ramón, iba a pasear al campo, se tumbaba en la hierba,