Desde la muerte de su esposa, el corazón del arquitecto Brendan Grant era impenetrable. Hasta que un gato enfermo lo llevó hasta la puerta de Nora Anderson.
Kayla Jaffrey esperaba que aquel verano le sirviera para volver a creer en el amor. Y al encontrarse con su amigo de infancia David, el hombre que había dejado un vacío en su vida, pensó que no podía ser casualidad.