" El flamenco no fue un espectáculo, ni nació para ser un espectáculo: era la forma de expresión de un pueblo más bien inarticulado, eran los poemas que decían a gritos de llanto unos analfabetos que no podí...
Los textos aquí reunidos, dieciséis hipnóticas delicatessen, proponen esa magnífica mixtura entre lo tenuemente morboso y lo conmovedoramente agridulce.