Santa, este año... ¡voy a ser mala!

¡Pero que maravilla de libro! Lo tiene todo para disfrutarlo: una pluma ágil y adictiva, una pareja protagonista con una química que traspasa las páginas de la novela, momentos hilarantes, diálogos chispeantes, relación falsa y mucho amor, pasión, salseo, familia, amistad y ese puntito de emotividad que nos dan las historias navideñas. Porque Nataly siempre agacha la cabeza y dice sí, a todo; su familia la trata como una criada; y su hermana sólo quiere lo que ella tiene. Hasta que Andrew toma cartas en el asunto, haciendo que Nat sea ella misma, sin importar lo que piensen los demás. Pero no sólo nos reiremos con ellos. También trata temas como la falta de autoestima, la confianza en uno mismo, y luchar por esos sueños que nos hacen felices. Un final precioso y ¿un epílogo que da pie a alguna historia más? Ojo a la edición tan bonita, con los cantos pintados… es una autentica pasada.