El mundo a lomos de un dinosaurio

En su segundo libro de cuentos, tras “El Insecto que devoraba libros”, María Jose´González nos invita a dejar volar nuestra imaginación a través de sus aventuras viajeras contadas a sus hijos Julio y Marco, montados a lomos de un dinosaurio. Se trata de un pequeño libro de viajes o, mejor, de curiosidades y pequeñas anécdotas vividas que hacen del relato una experiencia muy cercana y que además la propia autora se ha encargado de ilustrar con un dibujo y colores que serán del gusto de los más pequeños y que a mí me han transportado a las dulces ilustraciones de las cartillas “Micho” de la E.G.B. Esta vez los protagonistas son sus propios hijos que, junto al braquiosaurio Saurus, irán conociendo lugares increíbles y exóticos, como Marruecos, Escocia, Jordania o Tailandia. Con gran naturalidad gracias a su lenguaje sencillo, ameno y, desde un gran respeto, logra transmitirnos la esencia de la diversidad cultural presente en esos pueblos como valor enriquecedor de lo diferente. El viaje se convierte así en una experiencia integradora y deliciosa para los más pequeños en un crisol de culturas que María José González nos invita a conocer como si de un sueño se tratase. Tampoco faltan las referencias culturales cinematográficas como Indiana Jones o King Kong, o la denuncia hacia la explotación de los animales con fines turísticos: lejos de eso, María José nos presenta el turismo como un intercambio cultural y respeto por las costumbres, como una actividad vital solidaria recíproca. Y así, se van sucediendo lugares mágicos, como la gran duna Erg Chebbi en Marruecos, el castillo de algodón de Pamukkale en Turquía, o cielos estrellados, salpicados de nómadas o mujeres jirafa. Al igual que en su primer cuento, María José González mantiene la esencia didáctica del relato, conectando referencias a la Geografía, la Historia, el Arte, la Religión o el Folclore, haciendo así su lectura de una experiencia enriquecedora para todas las edades. Con este relato infantil María José González nos transmite su pasión por viajar y despertará en el lector su curiosidad por conocer diferentes culturas y, como afirma la autora, “la Literatura y viajar son de las mejores experiencias de la vida”, y si aparecen unidas en este relato mágico…¿ qué más se puede pedir?.

En su segundo libro de cuentos, tras “El Insecto que devoraba libros”, María Jose´González nos invita a dejar volar nuestra imaginación a través de sus aventuras viajeras contadas a sus hijos Julio y Marco, montados a lomos de un dinosaurio. Se trata de un pequeño libro de viajes o, mejor, de curiosidades y pequeñas anécdotas vividas que hacen del relato una experiencia muy cercana y que además la propia autora se ha encargado de ilustrar con un dibujo y colores que serán del gusto de los más pequeños y que a mí me han transportado a las dulces ilustraciones de las cartillas “Micho” de la E.G.B. Esta vez los protagonistas son sus propios hijos que, junto al braquiosaurio Saurus, irán conociendo lugares increíbles y exóticos, como Marruecos, Escocia, Jordania o Tailandia. Con gran naturalidad gracias a su lenguaje sencillo, ameno y, desde un gran respeto, logra transmitirnos la esencia de la diversidad cultural presente en esos pueblos como valor enriquecedor de lo diferente. El viaje se convierte así en una experiencia integradora y deliciosa para los más pequeños en un crisol de culturas que María José González nos invita a conocer como si de un sueño se tratase. Tampoco faltan las referencias culturales cinematográficas como Indiana Jones o King Kong, o la denuncia hacia la explotación de los animales con fines turísticos: lejos de eso, María José nos presenta el turismo como un intercambio cultural y respeto por las costumbres, como una actividad vital solidaria recíproca. Y así, se van sucediendo lugares mágicos, como la gran duna Erg Chebbi en Marruecos, el castillo de algodón de Pamukkale en Turquía, o cielos estrellados, salpicados de nómadas o "mujeres jirafa". Al igual que en su primer cuento, María José González mantiene la esencia didáctica del relato, conectando referencias a la Geografía, la Historia, el Arte, la Religión o el Folclore, haciendo así su lectura de una experiencia enriquecedora para todas las edades.

No sólo los pequeños aprenderán a valorar la amistad sino que, con la imaginación como motor, realizarán un fantástico viaje por lugares remotos. Muy recomendable

Cuento lleno de ilusión y fantasía basado en sitios reales. Los pequeños lectores se ilusionarán con el pequeño dinosaurio y las aventuras que vivirán a su lomo. Ilustraciones muy simpáticas y agradables. Gran cuento